
«Contemporáneamente a Mercedes se produce la primera reacción cívica de carácter positivo para empezar a normalizar la presencia del catalán en las salas de cine. Se trata de la creación de un Comité Pro-Catalanizació, que a primeros de febrero de 1933 el Centre Autonomista de Dependents del Comerç i de la Indústria (CADCI) presentó ante la opinión pública con un bando-llamamiento que aparece en la prensa y se dirige a las entidades culturales, políticas y patrióticas del país. El objetivo perseguido era sumar esfuerzos para la campaña de «catalanización de los catalanes», por lo que uno de los campos en que se debía actuar era el del espectáculo en general, por ser popular y de masas, y en el cine con un interés especial por el hecho de estar ya sonorizado, de que ya hablaba.«El Comité no sólo pedía adhesiones, sino también aportaciones económicas para poder ser más efectivo. Dos meses y medio después de esta llamada cívico patriótica, vemos ya anunciarse la primera acción del Comité en el campo ci nematográfico, consistente en doblar un cortometraje al catalán y en subtitular un largometraje al catalán, y presentarlos en una sesión de gala como Setmana de Cinema Catalá patrocinada por dicho Comité, entidad que mientras tanto había conseguido el reconocimiento oficial al ser declarada de utilidad pública por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya,«El estreno se produce el mismo día que también se presentai en el Kursaal, el jueves día 4 de mayo de 1933. Al cabo de una semana el programa desaparece del Cine Cataluña, por lo que la anunciada Setmana de Cinema Catalá en mayúsculas debe entenderse como 'una semana de cine en catalán' en minúsculas, que es lo que fue, aunque los títulos que la constituyeron no fueran catalanes, sino extranjeros».
Malauradament, al nostre país sense Estat (o sovint amb l'Estat en contra), aquestes entitats han hagut de fer el paper que no podien fer les institucions públiques. De vegades, amb més voluntarisme que res, i poques nous al capdavall. Llegim encara a «Historia del Cine en Cataluña», X. Ripoll (enllaç), tot plegat ben semblant al que hem viscut aquests darrers decennis... gairebé un passats cent anys:
«Los primeros títulos salidos de los estudios sonoros estaban hablados en castellano, por razones de mercado y por el origen foráneo de muchos de sus autores. Pero un sector de la burguesía catalana más culta se interesó por las posibilidades culturales, ideológicas y económicas de un cine catalán y en catalán. Por ello, en septiembre de 1932 se crea un Comité de Cine por parte del consejero Ventura Gassol, de la Consejería de Cultura de la Generalitat, bajo la presidencia del pedagogo Alexandre Galí; sus objetivos principales: difundir el cine propio, promover films educativos que reflejen aspectos de Cataluña y regir la política cinematográfica del Principado. Incluso se piensa en montar un centro productor y escuela de cine. También se doblan al catalán cintas educativas extranjeras y se producen algunas de propias para mostrar aspectos de Cataluña. El film ya mencionado basado en la obra homónima de Sagarra, "El cafè de la Marina", primer largometraje en catalán (aunque también tuvo su versión castellana), no tuvo el éxito esperado -a pesar de que había sido un proyecto ambicioso impulsado por sectores cultos-, quizá debido a que, en la mitad del rodaje, se acabó el presupuesto y el film tuvo que terminarse con prisas.
«Este fracaso posiblemente contribuyó a que potenciales empresarios de futuros films en catalán no invirtieran más. El cine argumental en catalán no se reharía desde entonces; y no por el fracaso puntual de una película, sino por otros posibles aspectos, como la falta de más cineastas autóctonos cualificados o la falta de interés de la burgesía local inversora, reacia a la posible creación de un mercado catalanohablante. En el sector de la exhibición, en 1936 en Barcelona hay 114 salas sonoras y 2 mudas».
[2451] L'estrena lleidatana de 'Quo Vadis'